Demasiadas puertas
insoportablemente curiosas
miro la paz de los otros
y en raras ocasiones los ojos
sus héroes envidio
y entonces cierro las puertas
Por alguna razón
a mí no me funcionan
no me van ni el vértigo ni los lazos
que arriman los otros.
Yo les miro las batallas
cada vez que abro mis ventanas
y cierro entonces las puertas
quedándome provechosamente
ni dentro ni fuera de tantos mitos.
La historia de mi vida suspira
se arma, ríe y asombra
de coincidir ebria con las piezas esperadas.
Erika Madrid ( Grupo literario SIGNOS)
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