Ambiciona la mar
ser una fabula eterna
una eterna continuidad
entre los libros de algunos
y los versos de otros.
Ruge feroz
y apacigua la soledad
de un invierno íntimo y
perseverante
que me cruza la esperanza,
las lecturas,
la precisión de la poética
que no tengo y jamás creo dominar.
Las dunas oscurecidas
a nadie llaman
y cortan dentro de tanta sequía
cualquier cosa que viva.
Yo miro la parodia de
estas amenazadas aguas
como se van haciendo vulnerables a
la penita del adoquín
que al pie resbala a cuatrocientos
pasos y cinco horas de la ciudad.
Madrid.
ser una fabula eterna
una eterna continuidad
entre los libros de algunos
y los versos de otros.
Ruge feroz
y apacigua la soledad
de un invierno íntimo y
perseverante
que me cruza la esperanza,
las lecturas,
la precisión de la poética
que no tengo y jamás creo dominar.
Las dunas oscurecidas
a nadie llaman
y cortan dentro de tanta sequía
cualquier cosa que viva.
Yo miro la parodia de
estas amenazadas aguas
como se van haciendo vulnerables a
la penita del adoquín
que al pie resbala a cuatrocientos
pasos y cinco horas de la ciudad.
Madrid.
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