El faro en partes
según sea la luz
ha de mostrarse.
Muerte
piedras,
dioses
y a unos metros,
graciosamente el asfalto helándose.
Cayó el verano
dejó torres atrás
que crecen por si mismas
arrebatadas, creídas eternas.
Pensar que en mi queja
yo soy como ellos
y otras como otros
señal del éxtasis
que compra el verano.
Entre estas ruinas
galantean mis curvas,
las manos asadas
en el fuego y el terror
de tus amorosos
sueños vacíos farolera ciudad.
Madrid.
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