lunes, 23 de junio de 2008

Mi

El vicio tengo de esas notas
y el favor de algunos ojos
en cualquier tarde costera,
además de una maldita confusión
que me agrada cuando
adentro no tengo nada.
Y quiero, si puedo, ser parte
de una junta ridícula de elementos.

Ya has venido tantas veces
a sentarte en mi vereda
mientras desde una ventana
juego con mi atractiva suerte.

Estoy de vos agotada
más cuando miro dentro
y no hay nada, me sirves
me sirves, me sirves.

Acto de fé

En tu acto de fe me conmoviste
y conspiraste para una extraña razón,
me hiciste perfecta, bella
en tus equivocaciones.

A veces mis aguas giran
y se purifican sólo para
volverse a estancar
y en vos contaminarse.

Mi cuerpo que a nada
ni a nadie se ha sujetado
a veces camina a la puerta de tus gracias
por si en esas malditas columnas
por si en esos malditos descuidos…
no sé, aparecés.

Hoy siento

Hoy siento que voy a quebrarme
y quiero
para no saberme muerta y helada
conozco bien ese sonido digno de mí
sé la cantidad de días
que a esto le falta

Propicia esta serenidad
me saca el poeta enfermo
que he tragado hace años
y vos bien sabés comprender

Sé que ya no habrá nadie
nadie de esa forma, con ese color
y esa mirada sucia que me abría a la luz.
Ya nos contaminamos
con o sin obelisco
con o sin amor.