jueves, 19 de febrero de 2009

La tarde del martes

Tu historia de la tarde
la que te oí al teléfono
me hizo acordar
me tentó a ver
que hay fosforescencias
gentilezas acomodadas
rebotando entre paredes grises
y departamentos vacíos
que hay canciones sólo para uno
el olor de alguien, los dedos
el Amor que se arma para romperse
y el Amor con el Amor.

La invención de Morel y
una Maquina Verde
La alegría
Las novelas de tapa dura
y los dichos ocurrentes de Napoleón
Que hay gente necesaria
que hay Florentinos Ariza
o lobos esteparios siempre
en el escenario de algún pueblo inmortal
Que hay nombres imborrables
con los ojos a punto de estrenar.

Y buscar, no terminar nunca de buscar
que alguien en una tarde cualquiera
te llame al teléfono para hacerte ver
que hay fosforescencias
gentilezas acomodadas
rebotando entre paredes grises
y departamentos vacíos
que hay canciones sólo para uno
el olor de alguien, los dedos.
Que hay gente necesaria.

sábado, 7 de febrero de 2009

De eternos

Promesa de eternos mares
jugando a ser un mundo único
y entre toda esta mierda
el Amor figurándose en la realidad
bailando y pasos inventando
siempre, siempre jugando a ser supuesto
imagen de las imágenes
y otra vez supuestas, supuestas
supuestas aguas donde hundirse.

Con dos luces amaneció
en su hora exacta
no sé si contra mí conspira
o simplemente he caído en la diversión
hermética en la que el espíritu
puede más que el erguido cuerpo.

Y otra vez digo: Pura mierda,
la amenaza que vive constante
en mis adentros me consuela en la soledad
y en mis aires de grandeza me consume.