sábado, 26 de junio de 2010

Ahora

El terror se ha desvanecido
la muerte cayó en sus propios ganchos
el espanto y el frío llegaron a su fin

Ahora las ventanas y directas puertas
alardean sus cristales resplandecientes
y llaman al son de la marcha ya anunciada.

Me senté y me levanté para esperar
me hice agua y sal. Fui la noche.
Sangre había por todas partes, sangre
sangre y tripas, las vísceras mías, más sangre.

Ahora las ventanas y directas puertas
alardean sus cristales resplandecientes
y llaman al son de la marcha ya anunciada.

Vivo con la boca abierta atascada de profecías
y estas mansas costumbres envueltas de luz
soy un poco de la muerte que padecí
y también la promesa asumida
llorada y hecha.

lunes, 7 de junio de 2010

La cajita

En la caja ardieron luces
se barrieron las escaleras
en la mesa hubo platos, pan y el alma
agua se sirvió para borracheras nocturnas
los vasos caían, las risas también, mi querido, mi alma.

Que fallidos actos vistieron mi alma, el alma
tu alma, mi alma.

Te nombré y mi boca te supo, mi alma
te bautizó el alma mía, mi alma.
cómo te extraño aunque no me sirvieras
-y bien digo-
ni fueras los laureles para mis anunciadas coronas
de el mismo modo que no me sirve el alma,
tu alma, mi querido bien querido, mi alma.

Erika Madrid (Grupo Literario SIGNOS)