domingo, 21 de junio de 2009

Es todo

Alimentarlo todo
Romperlo todo
Nacer otra vez
después de haber obtenido la muerte
como extremo, pausa y fin.

Argumentarlo todo
Retenerlo todo
Aprender de las diferentes moradas
de la mano memoriosa que vive
adentro y que se pudre adentro
para brotar sea cual fuere la estación

No comprender nada
de un juego vivo y exagerado.

La gloria de tempranas anunciaciones
y más tarde ridículo uno cargar:
La tristeza de niño.
El hambre de todos los días.
Y el inmortal rastrero deseo de vivir.