martes, 17 de mayo de 2016

Dorados

Mi vecino sentó en la ventana
un gato de plástico dorado
su imagen se reflejan en mi cristal
Su belleza es espantosa.

Como granizo y furia
como un vendaval a veces
y ése silencio infinito otras
como si fueras, también, quizás
un gigante que mira hacia abajo como un dios.

Enero

Dos niñas hermosas, de cuerpos largos y adultos, ríen agitadas
el aire de verano que entra por sus narices les seca la niñez.