jueves, 4 de febrero de 2010

Armaduras

Armaduras se vuelven hilachas
todos los nombres hacen uno
y se transforman luego en criaturas
que poseen dones y sentidos
hablan, ríen y sangran
sangran aunque yo no les haga daño
y ríen aunque yo les haga daño.

Divinos gestos, divinos nombres
que en un solo corazón
logran albergar tanto al diablo como a Dios
según fijen la mirada
o apoyen ineficazmente una mano.

Erika Madrid ( Grupo literario SIGNOS)