viernes, 6 de julio de 2012

Sin título


No hay refugio después de vos
mas que ir a los brazos de mi madre
con el cuerpo húmedo de vértigo
a lamer su guarda, su auxilio. 

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Me encantó, todo un tratado psíquico. Es un poema sólido, a mi entender. Besos.