Pies de extraños
suben la escalera que da a mi ventana
oigo sus pasos y los reconozco.
Los motores crujiendo allá
las puertas que abren y cierran
la risa prendida de gestos
yendo en direccion opuesta a mí.
Este, aquella y los otros
cuando golpean sus voces contra mi pared
hacen invisibles el cemento y los bloques.
1 comentario:
Muchisimas Gracias!!!!
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